por M.
En una pintura azul te conocíO quizá era el reflejo de tu aura que imaginé asíDe todos modos jamás te encontréY a la tierra de mis inicios tuve que volver
Sólo recuerdo tu silueta recortada por la arenaUna postal que hacía invisible el horizontePrincesa ondeante bajo una brisa pasajeraÚnicamente tu sonrisa se grabó en mi mente
Pero el mar era tu hogar y allí te quedasteY a ser marinero a mí me desafiastePero no había nada detrás del horizonteSólo mi mirada que no alcanzó para encantarte
Y así, entre la bruma y las blancas aves marinasTu silueta se perdió, se desvaneció y ya no volvióComo un sueño se quebró, y sólo una cosa quedóEl sonido del mar, de las gaviotas y de tu voz
jueves, 24 de noviembre de 2011
La muchacha del mar
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Me gusta! Ella , aunque solo la menciones me recuerda a la princesa de sonatina de Rubén Darío.
ResponderEliminarA veces es tan cierto como todo se desvanece Mati, como si depronto , la realidad no fuese más que el invento de nuestras mentes , el sustrato de los poetas, y es que la vida se enmarca en una relación de acción y discurso, que a veces resulta ser poco aparente; sin embargo, hasta lo que no fluye se revoluciona, renace, alcanza un estado de Nirvana y vuelve a comenzar...es todo tan performático!
Y estos últimos días muy calurosos :D
Saludos!!
Lo dijiste todo, tan bien, que no tengo nada que agregar. A veces es mejor el silencio, porque es como una mirada, es capaz de decir todo sin decir nada.
ResponderEliminarY sí, ha hecho mucho calor... no vendría mal una ida a la playa en estos momentos, como evoca el poema... pero no, aún no se puede.
Saludos a ti tb., nos vemos :)